sábado, 22 de agosto de 2009

Rock Progresivo 1° Parte


El rock progresivo es un género de excelente calidad, es difícil definir, así como los subgeneros que tiene y como estos han creado una gama musical grandilucuente, hablar de progresivo es mantenerse en muchas discusiones sobre su origen o de que grupo entra o cual no, pero eso no es lo que pretendo, sino dar un panorama general de lo que es conocerlo, reafirmarlo o retroalimentar la información. Ateriormente escribi sobre Pink Floyd y es que dicho grupo se puede decir que es el creador de este sonido que si bien comienza más como psicodelico, abre a los musicos un universo sonoro y que muchos estaban al mismo tiempo algunos concientes y otros no de buscar un sonido diferente o alterno a lo que se producia, este género no solo es musical, esta basado en Literatura, conceptos filosóficos como lo hizo John Cage con su obra 4"33, y Karlheinz Stockhausen, la música se compone de lo que muchos han llegado a un acuerdo, de tres partes: la estructura de la música academica, la improvisación del Jazz y la experimentación de la música electronica, que ya habian usado Cage y Stockhausen, a primer oido puede resultar difícil digerir el sonido y la intención intelectual que se crea en el espacio acustico, casi siempre quienes tiene el acercamiento al progresivo es un público exigente, que busca algo distinto que escuchar. Se crean los intrumentos que llevarian el sonido a un estado de conciencia. La manifestación cultural que propone en la grabación en varios canales (multitrack), que permite registrar distintas capas de sonido y, posteriormente, balancearlas como lo hizo Les Paul creador de la guitarra electrica y que recientemente fallecio, así como el organo Hammond, el mellotron instrumento musical electro-mecánico polifónico que lo podemos ver en el video de Strawberry fields forever de The Beatles, nos da un preambulo de lo que estaba por pasar al crear música inteligente.

Jos.

viernes, 21 de agosto de 2009

Manuel Álvarez Bravo



Manuel Álvarez Bravo, pionero de la fotografía artística en México, es considerado como el mayor representante de la fotografía latinoamericana del siglo XX. Su obra se extiende de finales de la década de 1920 a la de los noventas.

Nace en el centro de la capital mexicana el 4 de febrero de 1902. Interrumpe sus estudios a los doce años al fallecer su padre y comienza a trabajar para ayudar en la economía familiar, en una fábrica textil y posteríormente en la Tesorería General de la Nación.

Su abuelo, pintor, y su padre, maestro, eran aficionados a la fotografía. El descubrimiento temprano de las posibilidades de la cámara le hará explorar en autodidacta todos los procedimientos fotográficos, así como las técnicas de la gráfica.

En un inicio aborda el pictorialismo, influido por sus estudios de pintura en la Academia de San Carlos. Explora luego las estéticas modernas, con el descubrimiento del cubismo y las posibilidades de la abstracción. En 1930 se inicia en la fotografía documental: Tina Modotti, al ser deportada de México, le deja su trabajo en la revista Mexican Folkways. Así trabaja para los pintores muralistas: Diego Rivera, José Clemente Orozco, David Alfaro Siqueiros.

Álvarez Bravo es una figura emblemática del periodo posterior a la Revolución mexicana conocido como renacimiento mexicano. Fue aquel un periodo cuya riqueza se debe a la feliz, aunque no siempre serena, coexistencia de un afán de modernización y de la búsqueda de una identidad con raíces propias en que la arqueología, la historia y la etnología desempeñaron un papel relevante, de modo paralelo a las artes. Álvarez Bravo encarna ambas tendencias en el terreno de las artes plásticas.

De 1943 a 1959 trabaja en el cine realizando fotografías fijas, lo que lo lleva a producir algunos experimentos personales.

En vida, presentó más de 150 exposiciones individuales y participó en más de 200 exposiciones colectivas. Según numerosos críticos, la obra de este “poeta de la lente” expresa la esencia de México, pero la mirada humanista que refleja su obra, las referencias estéticas, literarias y musicales que contiene, lo confieren también una dimensión universal.

Falleció el 19 de octubre de 2002, a los cien años.

jueves, 20 de agosto de 2009

Del hartazgo social y politico .








Las materias que tomare primeramente como punto de partida de este pequeño escrito , es la impunidad y la corrupción, ambas son generadas por el sistema burocrático y por el sistema de impartición de justicia, ambas son instrumentos de los que se vale la política , vale señalar la política partidista , para alcanzar sus objetivos personales , de bloque o corporativos .

Señalar una y otra vez la podredumbre en la que se encuentra atascado , el país o el hartazgo que tiene la sociedad por la falta de honestidad y de proceso electorales y judiciales o políticos limpios , señalarlos , no soluciona , nada , pero si , hace que otros , se identifiquen que el problema y personalmente nos solidaricemos con los dos recursos que ocupan los poetas o lo liberadores , que son la dignidad y la revolución .

Si y subrayo revolución, por que en estos últimos años esa palabra, suena retrograda y poco agradable, carente de tolerancia y de equidad.

Vayamos al punto : la acción política que intenta cambiar o “transformar” el mundo se dirige inevitablemente a las instituciones . Lo que se trans-forma es lo ya “formado”. Se le cambia la “forma” ya dada. Al caos o a la pura disidencia no puede transformarse ni ser disidente. Al caos se lo “forma”, se lo institucionaliza para la permanencia de la vida; a la disidencia, que es muerte y no-poder porque al no haber ningún acuerdo el poder-poner de cada uno se opone al contrario y se anulan (no pueden crear ninguna mediación para la vida), se lo supera con algún consenso. Trans-formar o cambiar no es meramente destruir: es de-construir para innovar en una mejor construcción. La revolución no es sólo ni principalmente destrucción: es tener un principio orientador tanto de la deconstrucción (no es asunto de destruir todo, sino de lo irrecuperable) como de la nueva construcción y para esto está el derecho revolucionario.

El que no tiene principio de nueva construcción (no digo reconstructivo), no es revolucionario sino un bárbaro destructor simplemente.

Para que “¡Otro mundo sea posible!” hay que inventar lentamente, sin presupuestos sabidos, humildes antes las experiencias de la base, organizaciones políticas a todos los niveles, desde los campos económicos, familiar, de vecinos, deportivos, artísticos, culturales, teóricos, etc., movimientos sociales cuyos participantes sepan también transformarse en actores políticos en diferentes instituciones no solo de la Sociedad Civil sino igualmente de la Sociedad Politica. Los partidos políticos, que deberán transformarse tanto cuanto la realidad exija, deberán jugar de todas maneras una función importante, no como vanguardia, sino como escuela de política, a la retaguardia de las masas populares, como escuelas crítica de ejercicio del poder, como elaboración de alternativas, como lugar de discusión de postulados, proyectos, modelos, fines, estrategias, tácticas, medios... para que la reproducción y desarrollo de la vida de la comunidad política sea posible, para que su participación democrática, simétrica, autorizada sea posible, dentro de un realismo de la factibilidad que nada entre la imposibilidad del liberario y la imposibilidad del conservador. La posibilidad, más allá de la posibilidad conservadora, y más acá de la imposibilidad del anarquista extremo, es creadora cuando transforma las estructuras vigentes desde el horizonte utópico que es necesario construir “¡Un mundo donde quepan todos los mundos!”

La explotación demográfica, el deterioro ambiental, la disolución del tejido social y la falta de valores éticos y morales es una clara señal de que algo esta pasando y un impulso de que la revolución puede comenzar desde nosotros.

Cristian Mendoza
elclubdelosvoladores@hotmail.com